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El Rosario De La Virgen María

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Promesas

Además de las indulgencias ganadas con rezar el Rosario, La Virgen María le reveló a Santo Dominic y Alan de la Roche beneficios adicionales a los que rezan el Santo Rosario. Explicaciones de cada promesa están escritas en letras chicas. El Santo Rosario es le oración segundo a la Misa más publicada por el Magisterio o Documentos Papales que hablan de su exelencia. El resumen de Vaticano II está contenido en el capítulo VIII de Lumen Gentium.



  1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
    Las gracias especiales son las gracias especiales y únicas que nos ayudan a santificar nuestra vida. El Santo Louis de Montfort dice que la mejor y rápida manera a la Unión con Nuestro Señor es por La Virgen María. [Libro de Verdadera Devoción a La Virgen María, capítulo 4].
  2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario. La Virgen María es nuestra defensora y el canal de todas las Gracias que Dios nos da. Ella promete que mirará epecialmente a los que rezan el Rosario. (Lumen Gentium, Capítulo VIII – Nuestra Señora #62.)
  3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.Esta promesa, junta a la siguiente nos recuerda como la oración con fervor nos ayuda a crecer en santidad por evadiendo el pecado, especialmente una oración como el Rosario. La santidad madura requiere reducción de pecado, vicios, y herejías (errores de doctrina). ¡Si nomás los modernistas podían ser convencidos a rezar el Rosario!
  4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.Esta promesa, junto a las otras promesas, promete ayuda para vivir con virtudes. Ser santo no nomás es evadir el pecado sino también crecer en virtudes.
  5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.Porque La Virgen María es nuestra Madre y Defensora, siempre ayuda a los que le llaman por rezando el Rosario. La Iglesia nos acuerda de esta con el "Acordaos", "jamás se ha oido decir de ninguno que ha acudido vuestra protección, imporando vuestra asistencia o reclamando vuestro socorro haya sido desamparado..."
  6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna..Esta promesa habla de la magnitud de las gracias que el Rosario trae al que lo reza. Quien lo reza traera sobre él la Misericordia de Dios mas que Su Justicia y tendrá la chanza final de arrepentirse (la promesa 7). Que uno no conocerá desdicha significa que La Virgen María obtendrá para la persona suficientes Gracia para manejarlo (cargar las Cruces que Dios permite) sin caer en desesperación. Las Sagradas Escrituras dicen, "Pues mi yugo es suave y mi carga liviana." (Mateo 11:30)
  7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.Esta promesa nos enseña de recibir el máximo número de gracias en la hora de la muerte por los Sacramentos de: La Reconciliación, La Eucaristía, y La Unción de los Enfermos. Estar en estado de gracia cuando recibiendo estos Sacramentos en la Hora de la Muerte asegura la Salvación (aunque tal vez con tiempo en el Purgatorio) porque el Arrepentimiento Final es posible.
  8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.Los que son fieles en rezar el Rosario tendrán durante la vida y en la hora de la muerte la Luz de Dios y una abundancia de Sus Gracias; en la hora de la muerte participarán en los méritos de los Santos en el Paraíso.
  9. Libraré del purgatorio a a quienes recen el Rosario devotamente.Si requieren purificación en el Purgatoria después de la muerte, La Virgen María hará un efuerzo especial para sacarnos del Purgatorio por su Intercesión como nuestra Defensora.
  10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.Esta promesa es en consecuencia a las promesas 3 y 4 porque cualquiera que tenga una vida más santa en la tierra tendrá un lugar más alto en el cielo. Lo más cercas que alguien esté con Dios durante la vida en la tierra estará más cercas con Él en el Cielo. El Catecismo dice: "El progreso espiritual tiende a la unión cada vez más íntima con Cristo." (CIC 2014)
  11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.Esta promesa enfatiza que La Virgen María es nuestra Defensora y Mediadora de todas la Gracias. Por supuesto todas la oraciones estan sujetas a la Perfecta Voluntad de Dios. Dios siempre con concede nuestrás peticiones si son buenas para nuestra alma, y La Virgen María no más intercederá por nosotros cuando nuestra petición es buena para nuestra Salvación.
  12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.Si alguien propaga el Rosario La Virgen María nos obtendrá muchas gracias para nuestras necesidades espirituales y también materiales (sin exeso o en lujo) por supuesto sujeto a la Voluntad de Dios. Cualquiera con contribuye tiempo, dinero, o oraciones está incluido en esta promesa.
  13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.Porque La Virgen María es nuestra Defensora, nos da asistencia adicional durante nuestra vida y en la hora de nuestra muerte con todos los Santos en el Cielo.
  14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo."Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos." (Romanos 8:29)
  15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.La Predestinación significa que, por la señal de estar devoto y rezar el Rosario, Dios ha predestinado su salvación. La certeza absoluta de la Salvación no más se puede saber si Dios lo a revelado explícitamente porque aunque Dios siempre nos da las Gracias suficientes para la salvación durante la vida, depende de nosotros aceptar y responder a las Gracias. cf. (Summa Theologica, pregunta 23) Dicho de otra manera, si Dios a garantizado la salvación de alguien pero no se lo reveló, Dios querría que rezara el Rosario por todos los beneficios y Gracias. Entonces la persona tiene una insinuación por la devoción al Rosario. Esto no es decir de nunguna manera que rezar el Rosario garantiza la Salvación. En mirar las promesas 3 y 4, rezar el Rosario ayuda a una persona vivir una vida santa que es una señal que el alma está en el camino de la Salvación. cf. (CIC 381, 488, 600, 2782) El Santo Louis de Montfort dice que, "una señal inequívoca por cual podemos destinguir a un hereje, un hombre de falsa doctrina, un enemigo de Dios, de los amigos de Dios es que los herejes tienen desprecio y indiferencia a La Virgen María. [Libro de Verdadera Devoción a La Virgen María, #30] Acuerdanse: Estas promesas significan que, por devotamente rezando el Rosario, La Virgen María obtendrá para nosotros la Gracias necesarias para obtener estas promesas. Todavía depende de cada individual para responder a esas Gracias para obtener la Salvación.

Oraciones







Como Rezar el Rosario

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  1. Haz La Señal de la Cruz y rece el "Credo de los Apóstoles"
  2. Rece el "Padre Nuestro."
  3. Rece tres "Ave Marías."
  4. Rece la "Gloria.""
  5. Anuncie el Primer Misterio luego reze el "Padre Nuestro."
  6. Rece 10 "Ave Marías" mientras meditando en el misterio.
  7. Rece la "Gloria."
  8. Después de cada decena diga la siguiente oración que la Virgen nos enseño en Fátima: "O Jesús mío perdona nuestras ofensas, sálvanos del fuego del infierno y guía a todas las almas al cielo, especialmente aquellas más necesitadas de vuestra Misericordia."
  9. Anuncie el misterio que sigue, después rece el "Padre Nuestro". Repite 6, 7, y 8 y continúe con el Tercer, Cuarto, y Quinto Misterio de la misma manera.
  10. Rece el "Salve Reina" depues de que se completen los misterios.
  11. Oración Final

Misterios



Misterios Gozosos (Lunes y Sábado)

La Anunciación de Gabriel a María (Lucas 1:26-38)
La Visitación (Lucas 1:39-56)
El Nacimiento de Jesús (Lucas 2:1-20)
La Presentación de Jesús (Lucas 2:21-38)
El Encuentro en el Templo (Lucas 2:41-51)


Misterios Dolorosos (Martes y Viernes)

La Agonía en el Jardín (Mateo 26:36-46)
La Flagelación del Señor (Juan 19:1-3)
La Corona de Espinas (Mateo 27:27-31)
La Vía Dolorosa a Calvario (Marcos 15:21-24)
La Crucificción de Jesús (Lucas 23:33-46)


Misterios Gloriosos (Miércoles y Domingo)

La Resurrección de Jesús (Lucas 24:1-12)
La Ascensión de Jesús (Marcos 16:19-20)
La Venida del Espíritu Santo (Hechos 2:1-4)
La Asunsión de La Virgen María (Lucas 1:46-55)
La Coronación de La Virgen María como Reina del Cielo (Apocalipsis 12:1)


Misterios Luminosos (Jueves)

El Bautismo de Jesús (Mateo 3:13-17)
La Boda en Cana (Juan 2:1-11)
La Proclamación del Reino de Dios (Mateo 4:12-17)
La Transfiguración de Jesús (Mathew 17:1-8)
La Institución de la Eucaristía (Mateo 26:26-29)




Las Oraciones del Rosario:



Oración Antes del Rosario:

Yo me consagro, Madre mía, como SOLDADO FIEL del EJERCITO de tu INMACULADO CORAZON, en unión de los Angeles y Santos, y de todos los demás soldados, escogidos y preparados por tí, para obedecerte, amarte y servirte en la Batalla que tú libras contra las fuerzas del Maligno, para mayor gloria de Dios.
Amen.

El Credo de Los Apóstoles:

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amen.

El Padre Nuestro:

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno.
Amen.

Ave María:

Dios te salve María, llena eres de gracia el Señor es contigo. ¡Bendita eres entre todas la mujeres y bendito es el fruto de to vientre, Jesús! Santa María, Madre de Dios, ruego por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amen.

Gloria:

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora, y siempre por los siglos de los siglos.
Amen.

Oración que la Virgen nos enseño en Fátima:

"O Jesús mío perdona nuestras ofensas, sálvanos del fuego del infierno y guía a todas las almas al cielo, especialmente aquellas más necesitadas de vuestra Misericordia."

Salve Reina:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amen.

Oración Después del Rosario:

"Oh Dios, cuyo unigénito Hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la vida eterna: concédenos, a los que recordamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor.
Amen.



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