La Coronilla al Espíritu Santo
Es triste realizar que, el Espíritu Santo no es muy importante en la vida de la mayoría de los Cristianos. Es raro encontrar alguien verdaderamente devoto al Espíritu Santo.
Entonces nos falta luz y santidad. ¡Reaccionemos! Nunca es demasiado tarde. Esta coronilla es una simple y hermosa forma de honrar al Espíritu Santo y pedirle por sus siete regalos.
Recen esta Coronilla:
-Muy seguido, hasta cada día
-Especialmente los Domingos (el Día del Señor)
-Cuando hay que hacer una decisión importante, momentos graves, o cuando requires asistencia espiritual
-Cada día durante retiros
-En preparación para la celebración de Pentecostes
Oración
El Rosario que acompaña a esta coronilla se puede comprar de nosotros AQUÍ
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Rece el Credo de los Apóstoles:
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable.
Amén. -
Rece la Gloria:
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén. -
Rece el Padre Nuestro:
Padre Nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del maligno.
Amén. -
Rece la Invocacion del Espíritu Santo:
Padre, Padre, evíanos el Consolador prometido por Jesucristo nuestro Señor.
Amén. -
Rece la Oración Completa de "Ven Espíritu Santo":
Rece esta Oración completa la en la cuenca grande en medio de decenas (antes de cada decena):
Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu y se renovará la faz de la tierra. O Dios que instruiste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, haz que por ese mismo Espíritu conozcamos el amor a la Divina Justicia y llenadnos para siempre de celestiales consuelos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén. -
Rece la Oración Corta de "Ven Espíritu Santo":
Rece esta Oración corta en cada cuenca de la decena:
Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Amén. -
Después de cada Decena, rece la Gloria:
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Misterios
En Cada decena medite pidiéndole al Espíritu Santo por uno de sus siete dones:
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Don de Santo Temor de Dios
Nos mantiene en el debido respeto frente a Dios y en la sumisión a su Voluntad
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Don de Piedad
Nos permite estar abiertos a la voluntad de Dios, actuando como Jesús.
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Don de Ciencia
Es el don de la ciencia de Dios, no de la ciencia del mundo.
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Don de Fortaleza
Nos vuelve valientes para enfrentar el sufrimiento y las dificultades de la vida Cristiana.
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Don de Consejo
Nos ayuda a discernir los caminos y las opciones en nuestra vida.
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Don de Entendimiento
Nos ilumina para aceptar y entender las verdades reveladas por Dios.
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Don de Sabiduría
Para entender lo que favorece o perjudica al proyecto de Dios.
Oraciones Finales:
1. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
2. Espíritu Santo, Consolador Divino, te adoro como mi Dios verdadero, con Dios Padre, y Dios Hijo. Te adoro y me uno a la adoración que recibes de los ángeles y santos. Te doy mi corazón y te doy gracias por todas las gracias que nunca paras de darme.
O Dador de todos los dones Sobrenaturales, que llenaste el alma de la Virgen María, Madre de Dios, con imensos favores, te suplico que me visites con tu Gracia y Amor y me concedas el Don de Santo Temor, para que me prevenga de caer en mis pecados anteriores, por cuales te pido perdón.
Concédeme el Don de la Piedad, para que te sirva en el futuro con más fervor, que siga mejor tus Inspiraciones Santas, y observe tus Mandamientos con más fidelidad.
Concédeme el Don de la Ciencia, para que conozca las cosas de Dios, y, iluminado por tus Divinas Enseñanzas, pueda caminar, sin desviarme, en el camino de la Salvación Eterna.
Concédeme el Don de la Fortaleza, para que pueda valientemente triunfar sobre los ataques del diablo y todos los peligros de este mundo que ponen en peligro la salvación de mi alma.
Concédeme el Don del Consejo, para que escoja lo que es mejor para mi crecimiento espiritual y descubra las trampas del maligno.
Concédeme el Don del Entendimiento, para entender los Misterios Divinos y pensando en cosas Celestiales, para que despegue mis afecciones y pensamientos de las cosas vanas de este mundo miserable.
Concédeme el Don de la Sabiduría, para que pueda dirigir todas mis acciones a Dios, para que, habiendo amado y servido a Dios en esta vida, pueda tener el Gozo de poseerlo eternamente en la próxima.
Amén.
