Historia

Estando Santa Margarita de Alacoque arrodillada ante el Santísimo, se le apareció por primera vez el 27 de diciembre de 1673 en persona nuestro Señor Jesucristo con el corazón ardiendo a la vista.

La segunda revelación fue tres meses después. Se le apareció el Sagrado Corazón “en un trono de llamas, mas brillante que el sol, y transparente como el cristal, con la llaga adorable, rodeado de una corona de espinas”. Allí fue cuando el Sagrado Corazón empezó descubrir sus intenciones y promesas, como por ejemplo, que “esparciría sus gracias dondequiera que estuviese expuesta su santa imagen”.

La tercera revelación fue en la fiesta del Corpus Christi de 1674 y allí, después de un “recogimiento extraordinario de todos mis sentidos y potencias”, como lo cuenta ella, se le apareció el Señor “resplandeciente de gloria, con sus cinco llagas brillantes, como cinco soles y despidiendo de su sagrada humanidad rayos de luz de todas partes pero sobre todo de su adorable pecho, que parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, se descubrió su Sagrado Corazón”.

En la cuarta aparición, el 16 de julio de 1675, el Señor quería establecer en la Iglesia una fiesta litúrgica: La Solemnidad en honor del Sagrado Corazón de Jesús y hace esta petición:
“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes y desprecios. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se han consagrado a mí. Por eso te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes recibidos. También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute.”

También le pide esta petición personal a Santa Margarita: “Para que me acompañes en la humilde oración que hice a mi Padre en medio de mi agonía, te levantaré de once a doce de la noche para postrarte durante una hora conmigo; el rostro en el suelo, tanto para calmar la cólera Divina, pidiendo misericordia para los pecadores, para suavizar la amargura que sentí al ser abandonado por mis apóstoles, que no pudieron velar una hora conmigo…”

Promesas del Sagrado Corazón de Jesús

1. Les daré las gracias necesarias para su estado.
   
   
2. Daré la paz a las familias.
   
   
3. Las consolaré en todas sus aflicciones.
   
   
4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de las muerte.
   
   
5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
   
   
6. Los pecadores hallarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
   
   
7. Las almas tibias se harán fervorosas.
   
   
8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
   
   
9. Bendeciré las casas en que la imagen de Mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
   
   
10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.
    
    
11. Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en Mi Corazón y jamás será borrado de él.
    
    
12. Te prometo, en la Abundante Misericordia en Mi Corazón, que Mi Amor Omnipotente concederá la gracia de la perseverancia final a todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos. No morirán en la desgracia. Tampoco morirán sin recibir los Sacramentos; Mi Corazón Divino será su refugio en sus últimas horas.

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